Todo empezó cuando toque el mundo de los videojuegos por primera vez.
Lo veía un mundo alucinante, en el que uno podía escuchar mil y una historias y sentirse parte de ello, ser protagonista de una película y tener la opción de elegir que hará tu personaje y sobre como influirá esa acción.
Tenia sueños que convertirme en otras cosas, como piloto de avión por los juguetes que tenia, hasta que de todos los videojuegos que probé, jugué al de la portada de este apartado (opposing force), wow, me quede fascinado por la temática del mismo (Un soldado que buscaba a un tal Freeman en un centro de investigación), su jugabilidad y por sus alienígenas, todos los aliens tenían una complejidad tras de si, patrón de ataques y sonidos que los hacia diferentes de uno que otro.
De todos los juegos que me pase a lo largo de mi vida, este es el único en el que acabe llorando de la felicidad por lo bueno que era, a partir de aquí fue cuando tuve decidido que quería aportar mi granito de arena a la comunidad del gaming.